Aunque ya ha pasado más de un año desde la devaluación implementada por el Gobierno nacional en diciembre de 2023, los efectos de la suba del dólar siguen impactando el poder adquisitivo de los salarios en Argentina. En los últimos cinco años, el poder adquisitivo de los trabajadores con empleo estable se redujo en un 10,6%, reflejando la presión de la inflación y la falta de actualización salarial en comparación con el costo de vida.
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Los salarios de los trabajadores estables perdieron 10,6% |
La comparación entre el IPC y el Ripte
El dato surge de la comparación entre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el Indec y el Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte). Mientras que el IPC registró un aumento del 2.614,4% entre diciembre de 2019 y diciembre de 2024, el Ripte avanzó un 2.326,5% en ese mismo período, generando una diferencia de 287,9 puntos porcentuales que equivale a una pérdida de poder adquisitivo del 10,6%.
Es importante señalar que el Ripte no es representativo de todos los trabajadores formales, sino que abarca solo a aquellos en relación de dependencia que han sido declarados de forma continua durante los últimos 13 meses. Este indicador tampoco incluye a los trabajadores informales, que representan un porcentaje considerable de la fuerza laboral.
El impacto de la inflación y el consumo
A pesar de que los trabajadores con empleo estable suelen estar mejor posicionados frente a la inflación que los informales, el impacto ha sido evidente. A lo largo de 2024, se observó una caída directa en los niveles de consumo. En los primeros 11 meses del año (aún sin los datos de noviembre), las ventas de los supermercados cayeron un 11,9%, mientras que las ventas de autoservicios mayoristas se desplomaron un 15%. Además, varios rubros de los centros comerciales vieron una drástica disminución en la demanda.
La devaluación y sus consecuencias
La devaluación de diciembre de 2023, implementada por el Gobierno, tuvo efectos inmediatos y profundos. Según un informe de Fundar, antes de la devaluación, el salario promedio del sector privado registrado se encontraba en su nivel más bajo de los últimos 14 años. La pérdida de poder adquisitivo fue tan grave que representó la mayor caída mensual de los últimos 30 años.
En diciembre de 2023, el salario promedio registrado sufrió una caída del 11,4% en solo un mes. Aunque hacia septiembre de 2024 los salarios lograron recuperar gran parte de esa caída, la comparación anual mostró una disminución del 8,4%, situando los salarios en niveles similares a los de 2007.
Efectos sobre los asalariados informales y el sector público
La situación fue aún más grave para los trabajadores informales. En los primeros 10 meses de la gestión, la caída en el poder adquisitivo de los asalariados no registrados alcanzó un 19%, y la medición entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024 mostró una contracción del 13%. En contraste, los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) experimentaron un aumento real de 27%, mientras que aquellos que perciben el Plan Volver al Trabajo (ex Potenciar Trabajo) vieron una caída promedio del 46%.
Por otro lado, el impacto fue aún más severo en el sector público. Los salarios en este sector cayeron un 22,1% entre noviembre de 2023 y enero de 2024, casi el doble de la caída registrada en el sector privado. Esta reducción también fue más difícil de recuperar: la caída punta a punta entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024 fue del 16%, mientras que el promedio de los primeros 10 meses de la nueva administración alcanzó un 23% de pérdida real.
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