Por segundo año consecutivo, la venta de juguetes durante la temporada navideña registra una caída, reflejando el impacto de la recesión, los ajustes económicos y los despidos bajo la gestión de Javier Milei. Según la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), este año se reportó una baja del 0,9% en las ventas, una cifra mejor que la caída del 6% en 2023, pero que no logra revertir la tendencia negativa.
Un consumo austero
A pesar de las promociones y eventos como la Noche de las Jugueterías, el gasto promedio por juguete se mantuvo bajo:
- Jugueterías de barrio: $17.000 por artículo.
- Cadenas de jugueterías: $38.000 por artículo.
El mayor volumen de ventas se concentró en productos económicos, destacándose las categorías de aire libre (pelotas, lanza aguas y juegos de arena), juguetes didácticos, masas y juegos de mesa.
El impacto del comercio online
El canal digital registró un crecimiento del 15% en ventas, aunque representa solo el 20% del total. El 95% de las compras se realizó con tarjetas de crédito y billeteras virtuales, impulsadas por promociones y descuentos de última hora.
Un mercado diversificado pero afectado por productos ilegales
La oferta de juguetes muestra una amplia variedad sin concentrarse en productos específicos, lo cual es visto como positivo por el sector. Sin embargo, la proliferación de juguetes falsificados y no certificados sigue siendo un problema crítico, representando el 30% del mercado.
Para combatir esto, la CAIJ lanzó el sello de "Juguete Seguro", que garantiza a los consumidores que los productos cumplen con las normativas de seguridad vigentes.
Un panorama incierto para el sector
Mientras el consumo navideño continúa en declive, el sector juguetero enfrenta retos importantes como la baja demanda, el contrabando y la competencia desleal de productos no certificados. Aunque la diversificación y las promociones han impulsado ciertas ventas, aún no son suficientes para revertir la tendencia negativa.
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