Al BCRA se le complicó el target de base monetaria y tuvo que recurrir a la “creatividad contable”, mientras el Riesgo País superó los 1.000 pb
El BCRA anunció un leve sobrecumplimiento de la meta de Base Monetaria en mayo, pero para logra ello tuvo que recurrir en la última semana a dos herramientas poco felices: 1- pases compulsivos con la banca pública, la cuál debió salir a captar liquidez pagando las tasas más altas de mercado a través de plazos fijos y 2- obligando al Tesoro a desarmar depósitos y transferirlos a su cuenta en el BCRA (donde deposita los pesos provenientes de las subastas), dado que dicha cuenta no se contabiliza dentro de la Base Monetaria, curioso: puesto que no es otra cosa que un pasivo monetario que tiene el BCRA.
Mientras tanto, los depósitos y los préstamos siguen acelerando su caída en términos reales. Esto es producto del bajo nivel de intermediación financiera que están realizando los bancos, abocados principalmente a prestarle a la autoridad monetaria a través de LELIQs. Incluso este esquema sigue mostrando síntomas de agotamiento en la fuerte desaceleración de los plazos fijos de los últimos meses, tanto para demanda transaccional, como para compra de dólares para atesorar.
Se conocieron las proyecciones del REM para el mes de abril y las consultoras siguen agrandando la caída del PBI, incrementando la inflación y las tasas proyectadas para finales de este año. Como si fuese poco, utilizando la inflación proyectada para mayo, la recaudación bruta sigue perdiendo contra la inflación y esto complica también el frente fiscal (la principal arma de cumplimiento del Gobierno con el FMI).
En materia cambiaria continua la “estabilidad” de las últimas semanas con la ayuda de la plaza internacional, mientras que las reservas estuvieron estables en USD 64 mil millones, valor al que llegaron luego del pago al Club de París.
En los mercados hubo una muy buena semana para los bancos (cuando no), mientras que los bonos tuvieron un comienzo de semana muy negativo impulsados por la incertidumbre internacional y la fuerte demanda de bonos americanos, que desplazó hacia abajo la curva de T-notes y T-bonds en Estados Unidos y amplió fuertemente el Riesgo País marcando un nuevo máximo de gestión arriba de los 1.000 puntos base. Parte de este último movimiento se revirtió en la segunda parte de la semana.
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